viernes, 30 de abril de 2010

UnCuentodeVacasQueVivenEnEdificiosQueEnVezDeColumnasTienenBicicletas

Uno de esos edificios que en vez de columnas tienen bicicletas y no tienen puertas, pero tienen relojes. Ahí dormía una vaca que escribía en los paredes palabras como:”filtración”, ”papiro”, ”surtido” y “arañita”. Escribía las palabras con verde, aunque de vez en cuando prefería subrayar las “as” y las “erres” con púrpura y amarillo.
Cuando se percató de que ya no había espacio en las paredes, escribió en el cielo la palabra “universo” y solo así el mundo comprendió que ni el fuego, ni la pólvora, ni los patos podrían vencer nunca a una vaca llena de ideales, que había escrito palabras como “filtración”, ”papiro”, ”surtido” y “arañita” en las paredes de un edificio que en vez de columnas tenía bicicletas y en vez de puertas tenía relojes.

UnCuentodeEsosAparatitosParaPellizcarAncianos

Tenía uno de esos aparatitos para pellizcar ancianos que tan útiles son hoy en día, no solo para pellizcar ancianos, sino también para robarle un poco de azul al cielo. Le era especialmente útil los lunes, que por lo general se vestían de algún color gritón como el amarillo o el rojo.
Iba por el mundo pellizcando ancianos y azules; y de pronto por error pellizcó un árbol, el cual nunca había llevado clases de protocolos ni ética y por eso decidió tomar un cuchillo azul y lanzárselo en los ojos.
Los ojos no paraban de sangrar, y fue así como el hombre recuperó la vista, botó su aparato para pellizcar ancianos y azules, y se acostó debajo de la esperanza, que más que esperanza era vida.

lunes, 26 de abril de 2010

UnCuentodeLasAngustiasdelosÁrboles

Uno de esos chinamitos donde venden chiles,y tomates,y él sentada en un banco de madera,estaba la angustia de los árboles,la cual como llorando hablaba con las gotas olvidadas de los toldos,las cuales eran diamantes y luchaban con sables y escudos contra el polvo que se levantaba en olas feroces, y los zapatos desgastados de indigentes y políticos.

La anguistia de los árboles antes amaba danzar y moverse con ritmo; y no se llamaba angustia,poruqe las angustias no disfrutan los crepúsculos, ni el olor a vida del viento.la angústia de los árboles,cuando tenía otro nombre, salía a jugar con los pájaros que anidabanen ella y les contaba cuentos tontos.Ahora la ngustia de los árboles les ladra, y los escupe en el aire y cuando están en el suelo vomita sobre ellos análisis económicos y estados financieros-

La angustia de los árboles tiene en su frente tatuada la culpa y la ignoracnia, y en sus brazos marcados los latigazos de las minas y las sierras.

Oh anciana estupida y primitiva!Que pasaría si en verdad algún día despertáras y tomaras venganza contra las autopistas y las fábricas.

domingo, 25 de abril de 2010

UnCuentoCualquieradeMédicosConFobiasyTractoresDecorados

Era uno de esos famosos médicos que todos envidiaban, mas este tenía un pavor inmenso por los tractores verdes decorados con figuritas de perritos tomando leche, los cuales, nos solo no existen( al menos en la sociedad de este médico), sino que tampoco han sido pensado(ni siquiera por él),(o al menos hasta ahora)

Era tanto su temor que cada día al salir de su casa bailaba dos veces, bebía un trago de mora, olía sus medias, escribía en un cuaderno la palabra “tentáculo” y luego se iba en su tractor rojo, al cual por ninguna razón llamó “Red”, como si por ponerle nombre este fuera a cobrar vida, y ser su amigo, y contarse secretos, y ver una película puntos, y ser su padrino de bodas y ponerle su nombre a sus hijos y ver los partidos sentados en un sofá al cual llamarían “Green, como si este se uniera a ellos, y se convirtieran en el trío perfecto de amigos, y juntos fueran por el mundo rescatando princesas ,asesinando dragones y revolucionando ideologías.

Cuando llegaba a su trabajo operaba a sus víctimas y apenas podía, les tatuaba algún lindo dibujo de un pato decorando granjas en alguno de sus órganos.

UnCuentoLLenoDeOtoños

Era uno de esos libros de títulos largos, que poco dicen, y entre sus palabras se oculta una que otra referencia al clima. Tenía una de esas portadas punzantes llenas de macabros dibujos de niños bebiendo chocolate y cucarachas mordiendo sillones.

Cuando abrió el libro ,empezaron a caer las hojas… era otoño.

Y desde la ventana los pájaros veían al libro, y pronto llegaron los osos y las arañas, y los bambúes, y los violines, y las narices, y un a pequeña anciana vestida con esa hermosa tristeza que tienen todas la pequeñas ancianas.

No pasó mucho tiempo para que la “Comisaría Contra el Otoñamiento de los Libros” se percatara de este evento y después de una espectacular persecución llena de giros centrífugos, y explosiones impactantes; capturaran al culpable, castigándolo con pequeños tornillitos que le hacían beber, mientras le daban fuertes palmadas en los tobillos, esto sin olvidar las horribles imágenes de patos decorando una granja que le hacían ver a diario.

Al ser reinsertado a la sociedad, este criminal fundó una minúscula tienda de cajas, las cuales, como todos sabemos, son mamíferos inotoñables.